¿Qué se conoce como Vintage?

Por repetición causamos un hábito y de pronto encontramos el significado de un significante. Pero cuando queremos ir más adentro, logramos que el conocimiento se haga apropiado y hasta productivo, lo que bien puede enseñarse con un término habitual: “vintage”, que lo hemos dicho, pero no todos entendemos a fondo qué se conoce como vintage.

 

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Qué se conoce como vintage

Este término se utiliza para describir objetos, prendas y accesorios de al menos 20 años de antigüedad, aunque su significado exacto puede variar según el contexto. Abarca una amplia gama de artículos, desde instrumentos musicales y libros hasta ropa o bolsos vintage.

La moda vintage se ha revitalizado en años recientes especialmente entre la llamada Generación Z que busca un estilo único y distintivo. Este fenómeno refleja una preferencia por lo retro y la búsqueda y encuentro de una respuesta a la saturación de las tendencias modernas y el deseo de individualidad en un mundo globalizado.

 

El valor de lo retro

El auge de los artículos vintage está íntimamente ligado a la psicología de la autopercepción, como señala la periodista de moda Valentina Herbort. Para la juventud actual, usar ropa qué se conoce como vintage es además de una declaración de estilo, una forma de afirmarse en un entorno donde muchos se inspiran en las mismas tendencias.

Esta búsqueda de autenticidad y singularidad en la moda resuena con un lema cada vez más popular: «menos es más».

Los jóvenes están cada vez más interesados en la calidad y la durabilidad que no hallan en prendas modernas como los jeans fabricados en masa, que a menudo no alcanzan la calidad de aquellos de épocas pasadas.

Una masa porcentualmente considerable de consumidores a nivel mundial se está dando cuenta de que al optar por lo vintage adquieren una prenda única y con personalidad, que a la par es un producto que puede superar en calidad a su contraparte contemporánea.

 

Qué se conoce como vintage: Moda y sostenibilidad

La Generación Z ha crecido en un entorno donde la moda rápida ha sido fuertemente criticada por sus impactos ambientales y sociales negativos como las malas condiciones laborales y la sobreproducción, que para los más humanitarios o socialmente libertarios son cuestiones de gran relevancia (también para los conservadores).

En este contexto, lo qué se conoce como vintage se presenta como una alternativa viable, ofreciendo una opción más responsable de consumo que aunque algunos críticos sugieren que comprando lo vintage no se reduce necesariamente el consumo de moda rápida, el interés generalizado en la ropa de segunda mano está creando una conciencia social sobre la reutilización y reciclaje.

Los jóvenes pues, están valorando cada vez más las prendas de calidad que tienen una historia detrás, estableciendo un vínculo emotivo con su vestuario e incluso un sentimiento fraterno con las cosas sencillas y enriquecedoras que vivieron sus padres y abuelos.

 

La evolución histórica del vintage

Todo lo qué se conoce como vintage ahora, realmente no es un fenómeno nuevo; su importancia ha fluctuado a lo largo de las décadas, siendo el inicio de su popularidad en la década de 1970 cuando la idea de reciclar prendas se transformó en una tendencia de moda por lo que es evidente que este movimiento ha recorrido un largo camino desde entonces.

Para la década de los 90 el vintage se reconfiguró como un concepto estético, una forma de que las marcas redefinieran la moda en términos de sostenibilidad y las personas que se autodenominan independientes y sin temor al qué dirán, le brindaron una cabida que las marcas y fábricas no dejaron pasar para englobar sus productos y conseguir buenas fusiones.

Esas personas son las que llamamos “hípsters”.

Hoy en día, ya hay una marcada diferencia entre lo vintage y lo clásico y en ella cohabitamos a gusto; la moda clásica es aquella que permanece atemporal y no se vincula a una década en particular, mientras que lo vintage tiene una clara referencia temporal.

Toda aquella prenda qué se conoce como vintage, por lo general, es de épocas pasadas y poseen la singularidad que rara vez encuentra cabida en la moda contemporánea.

Este resurgimiento del interés se traduce en una mayor accesibilidad gracias a plataformas digitales y tiendas especializadas. Mercados de segunda mano y aplicaciones de compraventa, como Auramori, Vinted o Wallapop, han facilitado el acceso a ropa y accesorios vintage, permitiendo a los consumidores explorar un sinfín de opciones.

Ahora que ya sabemos que hay detrás de la palabra vintage, ¿Por qué no tomarle como una filosofía práctica?